- Dorothy Lawrence tenía 19 años cuando, disfrazada de cabo, se enlistó en el ejército británico para poder cubrir la guerra desde el frente de batalla.
Corría agosto de 1915, y Dorothy Lawrence repentinamente pasó a ser Denis Smith. Durante diez días sirvió en la Fuerza Expedicionaria británica de la Compañía de Túneles del Frente Occidental, hasta que finalmente su verdadera identidad salió a la luz.
Tenía 19 años. Y sus intentos por cubrir la guerra desde el frente habían caído en saco roto. Bajo el brazo, tenía algunos artículos publicados enThe Times. Y cuando la guerra estalló escribió a varios periódicos ofreciéndose para reportear, sin éxito. Viajó a Francia, se presentó como voluntaria en el Departamento de Asistencia pero le dijeron que "no". Y cuando intentó meterse en la zona de guerra como periodista freelance,la policía francesa la arrrestó a solo 3 kilómetros del frente. La orden fue tajante: "váyase".
Volvió a París sólo para regresar disfrazada.
Dos soldados británicos le prestaron un uniforme. Pero no fue tan así. En realidad, diez efectivos cedieron cada uno una parte de su atuendo, logrando formar una sola pieza para la empecinada joven. Escondió sus curvas en un corsé improvisado, aumentó sus hombros y se cortó su larga melena castaña en un corto castrense. Se oscureció el rostro con un desinfectante. Simuló una especie de barba incipiente. Y pidió a sus amigos soldados que le enseñaran a marchar. Con documentos falsos y un abrigo, se convirtió en el cabo Denis Smith, del Regimiento Leicestershire. Y marchó al frente.
Diez días duró su disfraz, que muchos soldados ya habían descubierto pero que habían aceptado ocultar aún a riesgo de enfrentar una corte marcial.
Cuando ella entendió finalmente que suponía un riesgo para sus amigos en el frente, se entregó al sargento a cargo, exhausta y con reumatismo. Más de 20 oficiales se dedicaron a investigar cómo aquella joven había terminado en el frente de batalla. "Sabemos que no es una espía. Pero estamos intentado determinar qué es", le dijeron. No encontraron nada. Y ella terminó encerrada en un convento y obligada a jamás revelar su historia o sino otras mujeres seguirían su mismo camino. Y eso no podía volver a suceder.
Recién en 1919 pudo contar su historia. "Sapper Dorothy Lawrence: The Only English Woman Soldier" (Sapper Dorothy Lawrence: la única mujer soldado inglesa). Pero aún entonces cayó bajo la censura. Y pocos les prestaron atención. Jamás se convirtió en una periodista de buena reputación. Y con una conducta errática y sin un peso terminó internada con diagnóstico de locura. Terminó sus días olvidada en un hospital.
Murió en 1964. Pero cien años depués de su osadía y su odisea, Dorothy Lawerence sigue siendo noticia. Y sus pasos por las trincheras fueron motivo de una exposición en el Museo de Guerra Imperial sobre mujeres en guerra.
Tenía 19 años. Y sus intentos por cubrir la guerra desde el frente habían caído en saco roto. Bajo el brazo, tenía algunos artículos publicados enThe Times. Y cuando la guerra estalló escribió a varios periódicos ofreciéndose para reportear, sin éxito. Viajó a Francia, se presentó como voluntaria en el Departamento de Asistencia pero le dijeron que "no". Y cuando intentó meterse en la zona de guerra como periodista freelance,la policía francesa la arrrestó a solo 3 kilómetros del frente. La orden fue tajante: "váyase".
Volvió a París sólo para regresar disfrazada.
Dos soldados británicos le prestaron un uniforme. Pero no fue tan así. En realidad, diez efectivos cedieron cada uno una parte de su atuendo, logrando formar una sola pieza para la empecinada joven. Escondió sus curvas en un corsé improvisado, aumentó sus hombros y se cortó su larga melena castaña en un corto castrense. Se oscureció el rostro con un desinfectante. Simuló una especie de barba incipiente. Y pidió a sus amigos soldados que le enseñaran a marchar. Con documentos falsos y un abrigo, se convirtió en el cabo Denis Smith, del Regimiento Leicestershire. Y marchó al frente.
Diez días duró su disfraz, que muchos soldados ya habían descubierto pero que habían aceptado ocultar aún a riesgo de enfrentar una corte marcial.
Cuando ella entendió finalmente que suponía un riesgo para sus amigos en el frente, se entregó al sargento a cargo, exhausta y con reumatismo. Más de 20 oficiales se dedicaron a investigar cómo aquella joven había terminado en el frente de batalla. "Sabemos que no es una espía. Pero estamos intentado determinar qué es", le dijeron. No encontraron nada. Y ella terminó encerrada en un convento y obligada a jamás revelar su historia o sino otras mujeres seguirían su mismo camino. Y eso no podía volver a suceder.
Recién en 1919 pudo contar su historia. "Sapper Dorothy Lawrence: The Only English Woman Soldier" (Sapper Dorothy Lawrence: la única mujer soldado inglesa). Pero aún entonces cayó bajo la censura. Y pocos les prestaron atención. Jamás se convirtió en una periodista de buena reputación. Y con una conducta errática y sin un peso terminó internada con diagnóstico de locura. Terminó sus días olvidada en un hospital.
Murió en 1964. Pero cien años depués de su osadía y su odisea, Dorothy Lawerence sigue siendo noticia. Y sus pasos por las trincheras fueron motivo de una exposición en el Museo de Guerra Imperial sobre mujeres en guerra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No se permiten comentarios ofensivos, discriminatorios o racistas. Serán moderados. Gracias por su opinión.