Daniel Clavin asegura que ya lleva más de 426 días con hipo, el cual lo mantiene despierto por las noches, le hace vomitar la comida y hasta hace que llegue a perder el conocimiento.
Aunque Clavin ha visitado ya a numerosos expertos, se ha sometido a dos endoscopias, una tomografía, cambió su dieta e ingirió tranquilizantes, ninguno de estos remedios fue la solución.
Esto lo llevo a buscar desesperadamente ayuda médica que acabe con una molestia que se repite cada siete segundos, según declaró Daniel Clavin.
"Se han apoderado de mi vida. Me desperté con ellos una mañana después de una despedida de soltero y los he tenido desde entonces", contó Clavin, de 37 años y padre de dos hijos.
Fue en julio del año pasado. A partir de ese momento, ha experimentado más de cinco millones de estos movimientos convulsivos del diafragma.
El mes pasado, Daniel Clavin visitó a un quiropráctico, que le manipuló el nervio frenético que se encuentra conectado al diafragma. Durante diez días, el hipo desapareció. Pero pasado ese breve respiro, el hipo volvió peor que nunca.
El afectado está ahora esperando a los resultados de una resonancia magnética, temiendo que los hipidosindiquen un problema médico mayor, según informó Daniel Clavin.
El intransigente
Aunque Clavin ha visitado ya a numerosos expertos, se ha sometido a dos endoscopias, una tomografía, cambió su dieta e ingirió tranquilizantes, ninguno de estos remedios fue la solución.
Esto lo llevo a buscar desesperadamente ayuda médica que acabe con una molestia que se repite cada siete segundos, según declaró Daniel Clavin.
"Se han apoderado de mi vida. Me desperté con ellos una mañana después de una despedida de soltero y los he tenido desde entonces", contó Clavin, de 37 años y padre de dos hijos.
Fue en julio del año pasado. A partir de ese momento, ha experimentado más de cinco millones de estos movimientos convulsivos del diafragma.
El mes pasado, Daniel Clavin visitó a un quiropráctico, que le manipuló el nervio frenético que se encuentra conectado al diafragma. Durante diez días, el hipo desapareció. Pero pasado ese breve respiro, el hipo volvió peor que nunca.
El afectado está ahora esperando a los resultados de una resonancia magnética, temiendo que los hipidosindiquen un problema médico mayor, según informó Daniel Clavin.
El intransigente
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