El increíble suceso tuvo lugar en Highgate, al norte de Londres (Inglaterra). Allí, un joven de 17 años identificado como Christopher aprovechó que sus padres estaban de viaje para organizar una fiesta en su casa.
El joven invitó a sus compañeros de clase (un total de 60 personas). Pero su mejor amigo registró el evento en Facebook – sin darse cuenta de que podría ser visto públicamente-, y a la fiesta acudieron más de 600 invitados.
El descontrol se apoderó de la situación, y los intrusos destrozaron la casa, con daños que se estiman en 24 mil dólares.
Catalina Seale, de 54 años, y su esposo Adam, de la misma edad habían emprendido vuelo, para irse de vacaciones a Francia. Lo último que le dijo la madre al joven antes de partir fue que “no hiciera ninguna fiesta en la casa”. Pero el adolescente desobedeció, sin imaginar jamás que las cosas se le iban a ir de las manos, tal como sucedió.
Cuando las personas comenzaron a llegar a la fiesta, Christopher intentó desesperadamente mantenerlos fuera, pero estas comenzaron a descontrolarse, y mientras cantaban, intentaban abrir la puerta de la casa.
Como la casa se había llenado de gente, el resto de las personas se mantuvo en la calle. Muchos de ellos orinaron por todas partes y algunos vomitaron debido a la borrachera. De hecho, una joven tuvo que ser trasladada del lugar en una ambulancia y hospitalizada por intoxicación etílica.
“Empezó a irse todo de las manos con bastante rapidez. Ellos estaban luchando en la puerta para poder entrar a la casa.”, explicó un vecino cercano.
Finalmente, alrededor de las 22:30 hs, la policía anti-disturbios llegó y terminó con la fiesta, pero antes, los juerguistas habían roto una claraboya, vomitaron en las alfombras y destrozaron todo lo que se les interpuso en el camino.
Otro vecino dijo: “La mayoría de los jóvenes estaban en la calle, cantando – fue toda una experiencia”. “Había una gran cantidad de bebidas alcohólicas por todos lados – la calle en realidad olía a alcohol.”
“Al día siguiente, todo apestaba a alcohol. No fue para nada agradable para los vecinos”.
La madre del joven asegura que si la policía hubiera tardado más tiempo en llegar, su hogar habría sido destruido completamente.
“Todos los padres deberían saber que esto es lo que podría pasarles si se van y dejan a su hijo de 17 años solo“, dijo ella.
“Creo que si alguien va a realizar una fiesta, tiene que mirar en su configuración de privacidad en Facebook. “Es absolutamente esencial que los chicos sean conscientes de ello”, agregó.
“Había sangre en toda la alfombra y un graffiti en uno de los cuartos“, señaló la mujer.
Fuente: El diario
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