Muere una fisioculturista por ingerir demasiadas proteínas

“Ella no se veía enferma, se veía hermosa”, declara la madre de la joven australiana Meegan Hefford, de 25 años, que falleció el pasado mes de junio a causa de ingerir una cantidad excesiva de proteínas.

 

Según los médicos que trataron a la deportista, que seguía una dieta baja en grasas y se entrenaba para una competición de culturismo, la causa de su muerte fue un licuado rico en proteínas que Meegan ingería después del ejercicio.

Al parecer, la joven desconocía que padecía un desorden llamado Trastorno del Ciclo de la Urea, debido al cual su cuerpo carecía de un gen productor de las enzinas encargadas de descomponer el amonio de su organismo. Esta condición genética, que la padecen aproximadamente 8.000 personas en el mundo, hizo que Meegan no asimilara correctamente la ingesta de proteínas.

La culturista, que tenía dos hijos de 7 y 5 años, fue encontrada inconsciente en su departamento por un agente inmobiliario. Los servicios de emergencia la trasladaron a un hospital, donde los médicos declararon su muerte cerebral pasadas 24 horas. Tras lo ocurrido, Michelle White, madre de la fallecida, advierte de los peligros de ingerir estos suplementos sin control, ya que se encontraron más de una docena de botes vacíos de estos productos en el apartamento de Meegan.