Sin embargo, Amaya ha protagonizado una insólita anécdota al presentarse en la comisaría para pedir su reingreso en prisión: "Prefiero estar en la cárcel. Quiero que me trasladen", argumentó.
A Amaya no le dejaron cumplir el arresto domiciliario en su propia casa al encontrarse ésta muy cerca de la de su hermana y viuda del asesinado. La mujer pidió que lo mantuvieran alejado. A pesar de que fue él mismo quien escogió como alternativa la casa de su suegra, la convivencia le ha resultado demasiado dura. Tan solo ha aguantado diez días.
Fuente: Qué es
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