- Un japonés de 111 años que disfruta de la poesía fue reconocido ayer como el hombre más anciano del mundo. Sakari Momoi, un profesor jubilado, recibió el certificado mundial Guinness que lo acredita como el hombre vivo de mayor edad en el mundo.
Un japonés de 111 años que disfruta de la poesía fue reconocido ayer como el hombre más anciano del mundo. Sakari Momoi, un profesor jubilado, recibió el certificado mundial Guinness que lo acredita como el hombre vivo de mayor edad en el planeta. Antes, el reconocimiento lo tenía Alexander Imich, de Nueva York, quien murió en junio a los 111 años, 164 días.
La persona más anciana del mundo también es de Japón, se trata de la señora Misao Okawa, quien tiene 116 años y vive en Osaka.
Momoi nació el 5 de febrero de 1903 en la prefectura de Fukushima, donde trabajaba de profesor. Se mudó a la ciudad de Saitama, en el norte de Tokio, después de la Segunda Guerra Mundial, donde fue director de una primaria hasta su retiro.
En una ceremonia televisada, Momoi vistió un traje oscuro y corbata gris, con su cabello canoso bien acicalado. Se levantó de su silla de ruedas y se sentó en una silla con poca ayuda. Cuando le preguntaron por el récord, se enderezó y dijo que quería vivir más. "Digamos, otros dos años", señaló.
Momoi dijo que le gusta leer, en especial la poesía china y algunas veces practica la caligrafía.
Tiene cinco hijos y vive en un asilo en Tokio.
Fuente: la capital
La persona más anciana del mundo también es de Japón, se trata de la señora Misao Okawa, quien tiene 116 años y vive en Osaka.
Momoi nació el 5 de febrero de 1903 en la prefectura de Fukushima, donde trabajaba de profesor. Se mudó a la ciudad de Saitama, en el norte de Tokio, después de la Segunda Guerra Mundial, donde fue director de una primaria hasta su retiro.
En una ceremonia televisada, Momoi vistió un traje oscuro y corbata gris, con su cabello canoso bien acicalado. Se levantó de su silla de ruedas y se sentó en una silla con poca ayuda. Cuando le preguntaron por el récord, se enderezó y dijo que quería vivir más. "Digamos, otros dos años", señaló.
Momoi dijo que le gusta leer, en especial la poesía china y algunas veces practica la caligrafía.
Tiene cinco hijos y vive en un asilo en Tokio.
Fuente: la capital
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