Durante un miércoles de otoño de este mes, Alireza, un hombre de 37 años encarcelado por contrabando de drogas y sentenciado a muerte en Irán, se despertó en el que debería haber sido su último día en la tierra. Afuera de su celda en la prisión de Bojnurd, en la provincia de Khorasan al norte de Irán, el patíbulo esperaba y la cuenta regresiva ya había comenzado.
Poco antes del amanecer, los guardias enrollaron una cuerda alrededor de su cuello y lo colgaron por poseer un kilo de metanfetaminas. Exactamente 12 minutos después, los médicos lo declararon muerto y enviaron su cuerpo para ser enterrado.
Pero al día siguiente en la morgue, algo inusual atrajo la atención del trabajador que estaba preparando el cuerpo para entregarlo a la familia: vapor en la cubierta de plástico en la cual estaba envuelo. Aún seguía con vida.
Alireza fue trasladado inmediatamente al hospital de Bojnurd, Imam Ali.
Ahora, para el desconsuelo de su familia, las autoridades judiciales iraníes están esperando que se recupere totalmente antes de colgarlo de nuevo, según el diario estatal Jam-e-Jam,que fue el primero en revelar la noticia sobre la odisea de Alireza.
Los judiciales de Irán han afirmado que fue sentenciado a muerte, no a colgar, y debe ser vuelto a ejecutar.Pero los defensores de los derechos humanos, ya de por sí preocupados por la alta tasa de ejecuciones de Irán, dicen que debería ser perdonado.
Una enfermera dijo al diario que la salud de Alireza era en general satisfactoria y que estaba progresando día con día. “No podíamos creer que aún estuviera vivo cuando fuimos a reclamar su cuerpo” dijo un pariente al diario iraní. “Sus dos hijas están muy felices”
Mohammad Erfan,un juez de la corte de justicia administrativa de Irán, dijo al diario: “La sentencia emitida por la corte revolucionaria es la pena de muerte...en dichas circunstancias debe ser repetida”.
Poco antes del amanecer, los guardias enrollaron una cuerda alrededor de su cuello y lo colgaron por poseer un kilo de metanfetaminas. Exactamente 12 minutos después, los médicos lo declararon muerto y enviaron su cuerpo para ser enterrado.
Pero al día siguiente en la morgue, algo inusual atrajo la atención del trabajador que estaba preparando el cuerpo para entregarlo a la familia: vapor en la cubierta de plástico en la cual estaba envuelo. Aún seguía con vida.
Alireza fue trasladado inmediatamente al hospital de Bojnurd, Imam Ali.
Ahora, para el desconsuelo de su familia, las autoridades judiciales iraníes están esperando que se recupere totalmente antes de colgarlo de nuevo, según el diario estatal Jam-e-Jam,que fue el primero en revelar la noticia sobre la odisea de Alireza.
Los judiciales de Irán han afirmado que fue sentenciado a muerte, no a colgar, y debe ser vuelto a ejecutar.Pero los defensores de los derechos humanos, ya de por sí preocupados por la alta tasa de ejecuciones de Irán, dicen que debería ser perdonado.
Una enfermera dijo al diario que la salud de Alireza era en general satisfactoria y que estaba progresando día con día. “No podíamos creer que aún estuviera vivo cuando fuimos a reclamar su cuerpo” dijo un pariente al diario iraní. “Sus dos hijas están muy felices”
Mohammad Erfan,un juez de la corte de justicia administrativa de Irán, dijo al diario: “La sentencia emitida por la corte revolucionaria es la pena de muerte...en dichas circunstancias debe ser repetida”.
Alireza, cuyo apellido no ha sido revelado por los medios iraníes para proteger su identidad, fue arrestado hace tres años por llevar “shisheh”, un apodo iraní para la metanfetamina en forma de cristal, que entre muchas otras drogas, tales como el opio, es relativamente barata en la república islámica. Un tribunal revolucionario lo encontró culpable y lo condenó a morir.
Bajo las leyes iraníes, los presos deben encontrarse conscientes y relativamente saludables, pues la horca se puede retrasar para las embarazadas o quienes estén en coma. Cuando a alguien se le condena a muerte por lapidación en Irán, por ejemplo en los casos de adulterio, si logran salir del suelo tras ser enterrados hasta el cuello o si de alguna manera sobreviven a la terrible experiencia, su vida es perdonada.
Al ser vecinos de Afganistán, un importante productor y proveedor de drogas en el mundo, Irán tiene altas tasas de consumo de drogas, especialmente entre su enorme número de jóvenes. Para atajar este problema,las autoridades iraníes han iniciado una campaña, con ayuda financiera de Europa, para atacar el contrabando de drogas, lo cual ha llevado a una alarmante tasa de ejecuciones.
En años recientes, Irán ha estado entre los cinco países con las mayores cantidades de ejecuciones. China encabeza la lista.Se sabe que en 2012 Irán ejecutó a por lo menos 314 personas, según las cifras divulgadas por Amnistía Internacional, pero podrían estar muy por debajo del verdadero número de ejecuciones en el país. Irán dice que la mayoría de las ejecuciones están relacionadas con las drogas.
Desde que Hassan Rohani llegara al cargo como nuevo presidente de Irán en agosto, por lo menos 125 personas han sido ejecutadas.
“En tanto que Rohani fue elegido bajo promesas de cambio y de reformas a los derechos humanos, han habido por lo menos 125 ejecuciones desde que llegara al poder el 4 de agosto, con docenas de otros prisioneros sentenciados a muerte o que enfrentan una ejecución inminente”se leía en un comunicado emitido conjuntamente por la Campaña Internacional por los Derechos Humanos en Irán y el Centro de Documentación de Derechos Humanos de Irán.
El sistema judicial iraní es independiente del gobierno de Rohani, y su jefe es nombrado por el líder supremo del país, el ayatolá Ali Jameneí.
Amnistía, que desde hace años ha realizado una campaña por la abolición de la pena de muerte a nivel mundial, dijo que el plan de enviar a Alireza al patíbulo una vez más, estaba mal.
“Estoy consternado por el horroroso plan de ‘volver a ejecutar’ a un hombre que había sido colgado, declarado muerto y cuyo cuerpo se había entregado a la familia antes de que reviviera” dijo Drewery Dyke de Amnistía.
“El tráfico de drogas es un delito serio y aunque las autoridades necesitan hacer todo lo posible para combatir el consumo de drogas en Irán, el uso de la pena de muerte está mal y fuera de los estándares internacionales”.
“Ejecutarla dos veces en un hombre que de alguna manera consiguió sobrevivir doce minutos colgando, quien fue declarado muerto, y cuyo cuerpo había sido entregado a su familia es simplemente espantoso. Delata una falta básica de humanidad, en la que tristemente se basa gran parte del sistema judiciario de Irán”.
“La historia y la experiencia indican no solamente que la pena de muerte no está funcionando en la lucha en contra del tráfico de drogas y su consumo, pero que ha acumulado aún más miseria en los iraníes. No solo en este horrible caso”.
Fuente: spanish.china.org.cn
Bajo las leyes iraníes, los presos deben encontrarse conscientes y relativamente saludables, pues la horca se puede retrasar para las embarazadas o quienes estén en coma. Cuando a alguien se le condena a muerte por lapidación en Irán, por ejemplo en los casos de adulterio, si logran salir del suelo tras ser enterrados hasta el cuello o si de alguna manera sobreviven a la terrible experiencia, su vida es perdonada.
Al ser vecinos de Afganistán, un importante productor y proveedor de drogas en el mundo, Irán tiene altas tasas de consumo de drogas, especialmente entre su enorme número de jóvenes. Para atajar este problema,las autoridades iraníes han iniciado una campaña, con ayuda financiera de Europa, para atacar el contrabando de drogas, lo cual ha llevado a una alarmante tasa de ejecuciones.
En años recientes, Irán ha estado entre los cinco países con las mayores cantidades de ejecuciones. China encabeza la lista.Se sabe que en 2012 Irán ejecutó a por lo menos 314 personas, según las cifras divulgadas por Amnistía Internacional, pero podrían estar muy por debajo del verdadero número de ejecuciones en el país. Irán dice que la mayoría de las ejecuciones están relacionadas con las drogas.
Desde que Hassan Rohani llegara al cargo como nuevo presidente de Irán en agosto, por lo menos 125 personas han sido ejecutadas.
“En tanto que Rohani fue elegido bajo promesas de cambio y de reformas a los derechos humanos, han habido por lo menos 125 ejecuciones desde que llegara al poder el 4 de agosto, con docenas de otros prisioneros sentenciados a muerte o que enfrentan una ejecución inminente”se leía en un comunicado emitido conjuntamente por la Campaña Internacional por los Derechos Humanos en Irán y el Centro de Documentación de Derechos Humanos de Irán.
El sistema judicial iraní es independiente del gobierno de Rohani, y su jefe es nombrado por el líder supremo del país, el ayatolá Ali Jameneí.
Amnistía, que desde hace años ha realizado una campaña por la abolición de la pena de muerte a nivel mundial, dijo que el plan de enviar a Alireza al patíbulo una vez más, estaba mal.
“Estoy consternado por el horroroso plan de ‘volver a ejecutar’ a un hombre que había sido colgado, declarado muerto y cuyo cuerpo se había entregado a la familia antes de que reviviera” dijo Drewery Dyke de Amnistía.
“El tráfico de drogas es un delito serio y aunque las autoridades necesitan hacer todo lo posible para combatir el consumo de drogas en Irán, el uso de la pena de muerte está mal y fuera de los estándares internacionales”.
“Ejecutarla dos veces en un hombre que de alguna manera consiguió sobrevivir doce minutos colgando, quien fue declarado muerto, y cuyo cuerpo había sido entregado a su familia es simplemente espantoso. Delata una falta básica de humanidad, en la que tristemente se basa gran parte del sistema judiciario de Irán”.
“La historia y la experiencia indican no solamente que la pena de muerte no está funcionando en la lucha en contra del tráfico de drogas y su consumo, pero que ha acumulado aún más miseria en los iraníes. No solo en este horrible caso”.
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