La lucha, a primera vista insólita, es una tradición histórica de la región y se remonta al siglo XVII. Lo que empezó como una manera de resolver disputas entre hombres, es actualmente un deporte con competiciones anuales para diferentes categorías de edad y peso.
En el Fingerhakeln dos hombres se sientan en los lados opuestos de una mesa de madera cuadrada y entrelazan sus dedos medios en un anillo de cuero. El objetivo es arrastrar al oponente a través de la mesa solo utilizando la fuerza del dedo. Para garantizar la seguridad de los participantes, detrás de cada 'luchador' se encuentra una persona lista para atraparlo, por si se cae hacia atrás.
"Solo hay que tirar con mucha fuerza. Cada uno tiene su propia técnica, cada uno tiene que saber hacerlo bien para que funcione", explicó Anton 'Toni' Bader, presidente de la Asociación Alemana de Fingerhakeln.
Bader se consagró campeón de 2019 en la categoría de peso pesado del campeonato anual que contó con un total de 167 participantes.
En el Fingerhakeln dos hombres se sientan en los lados opuestos de una mesa de madera cuadrada y entrelazan sus dedos medios en un anillo de cuero. El objetivo es arrastrar al oponente a través de la mesa solo utilizando la fuerza del dedo. Para garantizar la seguridad de los participantes, detrás de cada 'luchador' se encuentra una persona lista para atraparlo, por si se cae hacia atrás.
"Solo hay que tirar con mucha fuerza. Cada uno tiene su propia técnica, cada uno tiene que saber hacerlo bien para que funcione", explicó Anton 'Toni' Bader, presidente de la Asociación Alemana de Fingerhakeln.
Bader se consagró campeón de 2019 en la categoría de peso pesado del campeonato anual que contó con un total de 167 participantes.
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