RUSIA - Hace un par de días trascendió el caso de la pareja que tenía a sus víctimas guardadas en la heladera. Después se filtró grabación que muestra cómo la Policía registró el departamento donde residía la llamada ’pareja caníbal’ en la ciudad rusa de Krasnodar.
Ahora, hay una sospecha peor: hicieron que otras personas comieran carne humana sin saberlo. Al parecen, vendían tartas hechas con personas.
Los cónyuges, Dmitri y Natalia Bakshéyev, fueron detenidos como sospechosos de haber matado a una mujer. Sin embargo, algunos medios de comunicación aseguran que podrían haberse comido hasta a 30 personas desde 1999. Mientras revisaban su vivienda, los agentes encontraron en el refrigerador siete paquetes con restos de cuerpos que parecen humanos y 19 fragmentos de piel muerta.
Por su parte, ambos integrantes de esa ’pareja caníbal’ confesaron que guardaron partes de algunas de las víctimas en ese electrodoméstico. A principios de septiembre los restos de una mujer fueron encontrados en el dormitorio militar donde vivía la pareja. Las partes del cadáver estaban en un balde.
Ahora, para completar el horror, se supo que sospechan que los caníbales rusos vendían pasteles de carne humana a restaurantes. Según los últimos reportes de medios de ese país, Dmitry Baksheev y Natalia Baksheeva no sólo asesinaron y comieron a unas 30 personas, sino que también habrían usado la carne de sus víctimas para hacer pasteles que luego vendían en restaurantes y cafeterías de su ciudad.
Según comentaron vecinos de la pareja en el barrio ubicado dentro del predio de una escuela de aviación de la ciudad de Krasnodar, al sur de Rusia, Natalia ofrecía "pasteles" a comercios locales y se promocionaba como potencial proveedora de carne.
Vitaly Yakubenko, dueño de una cafetería local, confirmó que Natalia intentó venderle sus productos. "Fue en 2010. Me hizo muchas preguntas. Quería saber dónde comprábamos nuestra carne y cuán fresca era. Me dejó en claro que nos podía vender, pero nosotros sólo trabajamos con proveedores certificados", recordó. "Se comenta que trabajó como chef. La Policía debería investigar dónde lo hizo", deslizó.
"Yo hago pasteles", también le habría dicho a un vecino. Consultada acerca de qué usaba para rellenarlos, la mujer contestó: "Con lo que encuentre". "La gente tiembla cuando recuerda esas conversaciones", reportó el diario local Moskovsky Komsomolets.