Es exactamente eso lo que le ocurrió el pasado lunes en su casa, situada en la tran-quila costa australiana, a un adolescente de 17 años. El muchacho fue atacado por una pitón que entró en el baño por el inodoro, informa el portal de noticias lo-cal ABC.
Por fortuna, el joven australiano logró deshacerse del reptil dándole una patada; salió corriendo del inodoro y lo encerró allí. La serpiente no llegó a morderle.
Después llegaría la madre para tratar de sacar a la pitón, nada menos que de 1,8 metros de longitud, de la casa. Pero el animal, acorralado, se comportó de manera agresiva. La familia tuvo que recurrir a un cazador de serpientes.
Al llegar al domicilio, el cazador, Luke Huntley, admitió encontrarse ante uno de los reptiles más agresivos que había visto en su vida
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