Al parecer, uno de los chicos no se tomó a bien que el profesor le quitara los auriculares en clase. Primero, se lo pidió, y como no hizo caso, se los arrancó de los oídos. El alumno respondió golpeando al profesor, un acto que despertó al resto de la clase que saltó sobre el agresor, defendiendo al educador.
La escena se ha convertido en un fenómeno viral y en un ejemplo de cómo deberían deberían actuar no solo los adolescentes ante un caso de violencia, sino todo el mundo: frenando al violento y defendiendo a la víctima.
Es bueno ver que todavía hay jovenes con valores y que reaccionan cuando algo no está bien.
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