Era veterinaria y directora de un refugio en Taiwán. Foto: Facebook.com/Maomaos-Movement
La mujer trabajaba como veterinaria en el Xinwu Animal Protection and Education Centre, en Taiwán. Aunque le gustaba dirigir este lugar, había una parte de su labor que odiaba por encima de todo.
Por más que invitaba a la gente a visitar este refugio y adoptar a un animal en vez de comprarlo, eran pocos los perros y gatos que salían de ahí con un nuevo dueño. Y al contrario, cada vez llegaban más y más ejemplares.
La capacidad del centro para albergar a tantos animales solía rebasarse y Jian se sentía obligada a tomar la decisión de sacrificar a algunos. Sin duda, necesitaba promover la adopción animal y que el mensaje llegara a un público masivo.
La revelación que cambió todo
En mayo de este 2016, la doctora aceptó la invitación de un programa televisivo local para hablar la importancia de la adopción. Y para que la audiencia supiera la gravedad del problema, reveló un dato: en dos años, tuvo que sacrificar a 700 perros.
Al terminar el programa, algunos usuarios de las redes sociales se volcaron en contra de Zhicheng por su decisión de acabar con la vida de tantos animales. La llamaron “asesina” e incluso “carnicera”, entre otros adjetivos, según recopila el diario Daily Mail.
Consternada por las respuestas de los usuarios, Jian regresó al refugio para hacer lo que nadie esperaba. Fue encontrada inconsciente por su esposo y la policía.
Junto a su cuerpo había una carta: “La vida humana no es diferente de la vida de un perro. Moriré con los mismos medicamentos que se utilizan para poner a los perros a dormir en paz”.
Tras inyectarse las mismas drogas con las que sacrifican a los animales, Jian Zhicheng fue trasladada al hospital, pero murió una semana después. Tenía 31 años.
La verdad tras los animales en refugios
“La realidad es que simplemente no hay suficientes hogares para dar cabida a los millones de animales no deseados que son sacrificados cada año”. Así lo contó Elisa Allen, directora asociada de la organización Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA, por sus siglas en inglés), en declaraciones al Daily Mail.
Y agregó: “Se suele dejar a los trabajadores de los refugios como Jian Zhicheng, quienes aman a los animales, a hacer el trabajo sucio que la sociedad no quiere. Muchas personas no hacen la única cosa que podría aliviar la crisis de sobrepoblación de animales: la esterilización”.
A la fecha, el refugio que dirigía esta veterinaria tiene 410 perros y 94 gatos.
Junto a su cuerpo había una carta: “La vida humana no es diferente de la vida de un perro. Moriré con los mismos medicamentos que se utilizan para poner a los perros a dormir en paz”.
Tras inyectarse las mismas drogas con las que sacrifican a los animales, Jian Zhicheng fue trasladada al hospital, pero murió una semana después. Tenía 31 años.
La verdad tras los animales en refugios
“La realidad es que simplemente no hay suficientes hogares para dar cabida a los millones de animales no deseados que son sacrificados cada año”. Así lo contó Elisa Allen, directora asociada de la organización Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA, por sus siglas en inglés), en declaraciones al Daily Mail.
Y agregó: “Se suele dejar a los trabajadores de los refugios como Jian Zhicheng, quienes aman a los animales, a hacer el trabajo sucio que la sociedad no quiere. Muchas personas no hacen la única cosa que podría aliviar la crisis de sobrepoblación de animales: la esterilización”.
A la fecha, el refugio que dirigía esta veterinaria tiene 410 perros y 94 gatos.
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