No es precisamente una visita indispensable en la guía turística, pero hay ocasiones en las que realmente es una suerte que acuda en tu auxilio. Evacuado el intestino, ¿dónde van a parar las heces?
Si en algo se parecen el avión y el tren es en su reducido baño. Parecen destinados a la atención del mismísimo Frodo porque sus dimensiones son realmente minúsculas. No hace falta ser un gigante del baloncesto parasentirte agobiado entre sus cuatro paredes pero, ya saben lo que cuenta el dicho, "cuando las ganas aprietan...".
No es precisamente una visita indispensable en la guía turística, pero hay ocasiones en las que realmente es una suerte que acuda en tu auxilio. Evacuado el intestino, ¿dónde van a parar las heces?
A lo largo y ancho de la red encontramos todo tipo de teorías que responden a una pregunta que, aunque sea tan solo una vez en la vida, todos nos hemos hecho. Si el viaje es demasiado largo, alguna mente perturbada se ha parado incluso a pensar si sus excrementos caerían cual proyectil encima de una desafortunada población. Por suerte, salvo catástrofe, las heces permanecen intactas en el interior de un depósito, ubicado en la zona externa del avión.
No piensen que está leyenda no cuenta con su base real. El WC está conectado con el depósito que recoge los excrementos y se vacía en el aeropuerto tras cada aterrizaje. Ante un posible fallo, se produce el denominado 'blue ice'. Así se conoce al bloque de excrementos que se precipita desde un avión. En cualquier caso, son mínimas las probabilidades de error.
En cuanto al transporte ferroviario, la propia web de Renfe recoge el sistema de evacuación de heces y orina: "Todos los WC son de vacío y cuentan con un reactor bacteriológico de forma que la retirada de residuos se realiza cada sesenta días". Esto significa que los depósitos se vacían cada dos meses, gracias a un compuesto químico que facilita su eliminación.
Este apartado se ha modificado con la modernización de los convoyes. Antes de instaurar los trenes actuales, el sistema de evacuación de heces era realmente arcaico y los residuos caían directamente a las vías del tren.
No es precisamente una visita indispensable en la guía turística, pero hay ocasiones en las que realmente es una suerte que acuda en tu auxilio. Evacuado el intestino, ¿dónde van a parar las heces?
A lo largo y ancho de la red encontramos todo tipo de teorías que responden a una pregunta que, aunque sea tan solo una vez en la vida, todos nos hemos hecho. Si el viaje es demasiado largo, alguna mente perturbada se ha parado incluso a pensar si sus excrementos caerían cual proyectil encima de una desafortunada población. Por suerte, salvo catástrofe, las heces permanecen intactas en el interior de un depósito, ubicado en la zona externa del avión.
No piensen que está leyenda no cuenta con su base real. El WC está conectado con el depósito que recoge los excrementos y se vacía en el aeropuerto tras cada aterrizaje. Ante un posible fallo, se produce el denominado 'blue ice'. Así se conoce al bloque de excrementos que se precipita desde un avión. En cualquier caso, son mínimas las probabilidades de error.
En cuanto al transporte ferroviario, la propia web de Renfe recoge el sistema de evacuación de heces y orina: "Todos los WC son de vacío y cuentan con un reactor bacteriológico de forma que la retirada de residuos se realiza cada sesenta días". Esto significa que los depósitos se vacían cada dos meses, gracias a un compuesto químico que facilita su eliminación.
Este apartado se ha modificado con la modernización de los convoyes. Antes de instaurar los trenes actuales, el sistema de evacuación de heces era realmente arcaico y los residuos caían directamente a las vías del tren.
Jajajaja
ResponderEliminarNi miro para arriba cuando vea un avión...por si acaso
Saludos gran aporte