ESTADOS UNIDOS.- Hace unas semanas se conoció públicamente el insólito caso de un padre que se casó con su hijo en Pensilvania, Estados Unidos. El sitio Yahoo! Parenting decidió contactarse con el feliz matrimonio para conocer la increíble historia de Norman MacArthur y Bill Novak.
Resulta que en el estado de Pensilvania, las leyes no incluían la figura de "compañeros domésticos" como una forma de pareja.
Es que sin un reconocimiento, no podrían heredar los bienes del otro en caso de fallecimiento o incluso no podrían formar parte del régimen de visitas si alguno de los dos quedaran internados en un hospital.
Según contaron al sitio Eonline.com, el abogado les dio una particular recomendación: "Nos dijo que Pensilvania jamás aprobaría las bodas gays. Y nos recomendó que si queríamos ser una familia, tendríamos que hacernos padre e hijo”. Así fue que el mayor de los enamorados adoptó legalmente al otro.
La historia continuó felizmente hasta que el 20 de mayo de 2014 Pensilvania aprobó el matrimonio igualitario.
En un principio, fueron aconsejados por el mismo abogado de que el "hijo de la relación" demandara al "padre" por malos tratos así el juez tendría motivos para anular la adopción.
El riesgo era muy grande ya que podrían ser acusados de intentar engañar al estado. En una consulta con un abogado llamado Terry Clemons, la recomendación fue mucho más honesta y sencilla: simplemente debían decir la verdad y contar su historia.
Finalmente, un juez consideró que los motivos eran justos y les anuló la adopción por lo que desde el 14 de mayo de este año dejaron de ser padre e hijo y hoy, apenas diez días después, se casaron.
Por eso, en el año 2000, Norman y Bill decidieron consultar con un abogado la manera para que ante una desgracia no quedaran desamparados.
Es que sin un reconocimiento, no podrían heredar los bienes del otro en caso de fallecimiento o incluso no podrían formar parte del régimen de visitas si alguno de los dos quedaran internados en un hospital.
Según contaron al sitio Eonline.com, el abogado les dio una particular recomendación: "Nos dijo que Pensilvania jamás aprobaría las bodas gays. Y nos recomendó que si queríamos ser una familia, tendríamos que hacernos padre e hijo”. Así fue que el mayor de los enamorados adoptó legalmente al otro.
La historia continuó felizmente hasta que el 20 de mayo de 2014 Pensilvania aprobó el matrimonio igualitario.
En un principio, fueron aconsejados por el mismo abogado de que el "hijo de la relación" demandara al "padre" por malos tratos así el juez tendría motivos para anular la adopción.
El riesgo era muy grande ya que podrían ser acusados de intentar engañar al estado. En una consulta con un abogado llamado Terry Clemons, la recomendación fue mucho más honesta y sencilla: simplemente debían decir la verdad y contar su historia.
Finalmente, un juez consideró que los motivos eran justos y les anuló la adopción por lo que desde el 14 de mayo de este año dejaron de ser padre e hijo y hoy, apenas diez días después, se casaron.
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