La joven sufría depresión y era adicta a la cocaína, agobiada por la realidad que estaba atravesando decidió suicidarse, hoy lleva una vida feliz.
INGLATERRA.- Helen Galsworthy hoy tiene 25 años y su historia de vida es realmenteconmovedora. A los 18 años en un intento de suicidio perdió sus dos piernas, siete años después se animó a contar como hizo para seguiradelante.
La joven sufría depresión y era adicta a la cocaína, agobiada por la realidad que estaba atravesando decidió suicidarse. "Fui a las vías del tren, me acosté justo en el medio, puse música y cerré mis ojos hasta esperar el final; nunca imaginé que a último momento iba a arrepentirme, y así fue”, contó Helen con lágrimas en los ojos.
Cuando el tren estaba casi encima de ella, quiso levantarse pero ya no tuvo tiempo, alcanzó a mover la mitad de su cuerpo hacia afuera y sus piernas quedaron atascadas.
La joven sufría depresión y era adicta a la cocaína, agobiada por la realidad que estaba atravesando decidió suicidarse. "Fui a las vías del tren, me acosté justo en el medio, puse música y cerré mis ojos hasta esperar el final; nunca imaginé que a último momento iba a arrepentirme, y así fue”, contó Helen con lágrimas en los ojos.
Cuando el tren estaba casi encima de ella, quiso levantarse pero ya no tuvo tiempo, alcanzó a mover la mitad de su cuerpo hacia afuera y sus piernas quedaron atascadas.
La mujer contó que después que pasaron todos los vagones, sólo vio sangre y sus jean cortados a la altura de sus piernas, se quedó allí esperando morir.
Después de seis semanas en el hospital la señorita Galsworthy fue dada de alta, y comenzó su lucha sin sus extremidades."Luego del accidente pensé que mi vida había terminado, hubo momentos en los que no quería vivir, hasta que conocí a William, el papá de mi hijo Thomas.
Después de seis semanas en el hospital la señorita Galsworthy fue dada de alta, y comenzó su lucha sin sus extremidades."Luego del accidente pensé que mi vida había terminado, hubo momentos en los que no quería vivir, hasta que conocí a William, el papá de mi hijo Thomas.
Ellos fueron los que le dieron sentido a estar aquí. Quedar embarazada para mí fue un milagro y ser mamá me hizo la mujer más feliz del mundo. Hoy sé cuál es mi misión”, contó Helen.
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