Esa tranquilidad, sin embargo, cambió a principios de una mañana soleada de domingo en septiembre, cuando un hombre africano cayó del cielo, literalmente, y aterrizó con un ruido sordo sobre la acera de la avenida Portman, cerca de una zona comercial.
Cuando el cuerpo fue encontrado, la policía pensó que el hombre podía ser víctima de asesinato. Pero pronto se determinó que había sido un polizón que se cayó de un avión de pasajeros justo al bajar el tren de aterrizaje.
“Daba miedo, había un cuerpo en la calle, y nadie sabía al principio que se había caído de un avión”, dijo el vecino Stephanie Prudhomme. “Había policías por todas parte”.La identidad del hombre sigue siendo un misterio tres meses después. No llevaba identificación, pero la policía cree que puede ser de Angola. Por ello, están pidiendo ayuda para identificar al hombre, cuya muerte ha traumatizado a los vecinos.
Algunos oyeron el ruido del impacto, mientras que otros se alarmaron cuando abrieron sus puertas y vieron a un cuerpo desfigurado tirado en la calle. “Hay una gran tristeza”, dijo Catherine Lambert, que vive cerca.
La policía ha publicado un retrato robot de cómo creen que era la cara del hombre, así como una foto de un tatuaje en su brazo izquierdo, con la esperanza de que pueda ser identificado.
La especialista en seguridad aérea, Chris Yates, dijo que la seguridad varios aeropuertos en africanos, incluyendo el principal aeropuerto de Angola, podría facilitar hechos como éste, porque puede haber personas escondidas en las bodegas. “Cuando se alcanzan los 10.000 metros de altura, la falta de oxígeno se convierte en una realidad”, advierte.
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