Tras examinarla notaron que su temperatura corporal era normal, pero no respiraba y no presentaba signos vitales, por lo tanto fue dada por muerta. Sus nietos iniciaron los preparativos para el funeral, que según la tradición, el ataúd debe permanecer en casa de la familia unos cuantos días antes del entierro, para que familiares y amistades puedan despedirse.
Una semana después, a falta de un día de ser enterrada, su nieta fue a echar un vistazo dentro del ataúd, pero para su sorpresa el "cadáver" ya no estaba dentro, había desaparecido.
Inmediatamente pidió ayuda a sus vecinos para buscarla por los alrededores del pueblo, hasta que fue encontrada tranquilamente cocinando en la cocina.
“Dormí por mucho tiempo. Después de despertar sentí mucha hambre y vine a cocinar algo para comer. Tuve que empujar mucho la tapa del ataúd antes de poder salir”, explicaba Xiufeng ante el asombro de su familia y amigos.
Los médicos la volvieron examinar y parece ser que la anciana sufrió una muerte artificial, la cual se pierde la respiración, pero manteniendo la temperatura corporal.
En China, como en otros países, se tiene la costumbre de que el ataúd permanezca varios días en la casa para que el fallecido reciba el último adiós de sus seres queridos, por lo que gracias a esta tradición es que Li pudo escapar de la muerte, al no haber estado enterrada varios metros bajo tierra.
La tradición salvo su vida, ya que de haber sido enterrada hubiera muerto asfixiada. Aunque también perdió todas sus pertenencias, ya que es costumbre en esta curiosa tradición quemar todas las pertenencias de un fallecido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No se permiten comentarios ofensivos, discriminatorios o racistas. Serán moderados. Gracias por su opinión.