Canadá.- Dos adolescentes de Toronto lograron mandar una figurita de un hombre, hecha con piezas de Lego, a una altura de 24 kilómetros y filmar su aventura, produciendo un vídeo difundido este miércoles por televisiones canadienses y el sitio de vídeos en línea YouTube.
Los jóvenes Matthew Ho y Asad Muhammad, de 17 años, ataron a su astronauta de juguete, que llevaba una bandera canadiense, a un globo meteorológico hinchado con helio y que transportaba asimismo cuatro cámaras de vídeo y un teléfono móvil.
Equiparon al hombre de Lego con un pequeño paracaídas de nailon para que pudiese regresar a la Tierra sano y salvo, informó la cadena pública CBC.
El vuelo duró 97 minutos y las cámaras funcionaron correctamente, mostrando al mini astronauta sobre un fondo de nubes y de un cielo azul que se fue volviendo negro durante la ascensión.
El globo explotó al llegar a los 24 kilómetros de altura. Se considera que el espacio empieza a un centenar de kilómetros de altura.
El hombrecito de Lego fue encontrado en buen estado gracias al GPS del teléfono móvil, a 120 kilómetros del lugar desde donde despegó.
El director de su escuela, Lecourgos Papathanasakis, confirmó a la AFP que el "sorprendente viaje" fue real, pero ninguno de los jóvenes responsables de la odisea pudo ser localizado: estaban en clase.
Los jóvenes Matthew Ho y Asad Muhammad, de 17 años, ataron a su astronauta de juguete, que llevaba una bandera canadiense, a un globo meteorológico hinchado con helio y que transportaba asimismo cuatro cámaras de vídeo y un teléfono móvil.
Equiparon al hombre de Lego con un pequeño paracaídas de nailon para que pudiese regresar a la Tierra sano y salvo, informó la cadena pública CBC.
El vuelo duró 97 minutos y las cámaras funcionaron correctamente, mostrando al mini astronauta sobre un fondo de nubes y de un cielo azul que se fue volviendo negro durante la ascensión.
El globo explotó al llegar a los 24 kilómetros de altura. Se considera que el espacio empieza a un centenar de kilómetros de altura.
El hombrecito de Lego fue encontrado en buen estado gracias al GPS del teléfono móvil, a 120 kilómetros del lugar desde donde despegó.
El director de su escuela, Lecourgos Papathanasakis, confirmó a la AFP que el "sorprendente viaje" fue real, pero ninguno de los jóvenes responsables de la odisea pudo ser localizado: estaban en clase.
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