Esta mujer nadaba frente a la isla Moorea para avistar ballenas piloto junto a su familia, incluido su hijo de seis años, cuando el escualo la asaltó.
Unos paramédicos atendieron en la orilla más cercana a la víctima, que se encontraba consiente pero en estado crítico: había perdido mucha sangre porque el animal le arrancó las manos y el pecho izquierdo.
Un helicóptero trasladó a la damnificada a un hospital en la vecina isla de Tahití, donde se recupera de las heridas y se encuentra en condición grave, pero estable.
Los ataques del tiburón de puntas blancas —conocido en la zona como 'parata'— cerca de la costa son poco comunes, ya que prefiere las zonas de alta mar. Sin embargo, se sabe que sigue a las manadas de calderones.
RT
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