Homenajeó a su hija muerta con una lápida con forma de iPhone

La enorme escultura incluye la imagen de fondo de pantalla que la chica llevaba y un código QR.


Hay personas que, en vida, deciden cómo les gustaría ser enterrados e incluso qué epitafio querrían en su tumba. Lo que no sabemos es si la lápida con forma de iPhone que hay en un cementerio rusocorresponde a los deseos expresos de la joven que está enterrada debajo o ha sido una ocurrencia loca de su padre, el responsable de tal idea. 

Lo que sí es cierto es que las fotos del original sepulcro se han hecho virales después de ser subidas a Facebook.

Quien pasee por este cementerio de la ciudad rusa de Ufa se encontrará con una de las lápidas más llamativas de todo el recinto. Se trata del sepulcro de Rita Shameeva, una joven que falleció con tan solo 25 años.

Lo que llama la atención de quienes se cruzan con su tumba es que haya unIphone tamaño gigante a modo de lápida. La idea fue del padre de la joven, Rais Sahmeeva, aunque se desconocen los motivos que le llevaron a instalar un smartphone tamaño XL en el cementerio para recordar a su hija muerta.

"Pensé que estaba alucinando", explicó Nikolav Yevdokimov al el periódico ruso ProUral. "¿Cómo fue que un smartphone norteamericano apareció de repente en nuestro cementerio?", se preguntó este hombre al encontrarse con la mencionada lápida.

La idea fue del padre de la joven, Rais Sahmeeva.

Pero ahí no queda la cosa. El Iphone-lápida cuenta con todo tipo de detalles como una foto de fondo de pantalla que es, presumiblemente, la misma que llevaba la joven que está enterrada en ese sepulcro. Algo que también ha llamado mucho la atención es un código QR que hay en un lateral de la tumba. Al escanearlo, el usuario es dirigido a una página donde hay un poema dedicado a la joven fallecida.

Quienes se han encontrado con esta tumba tan curiosa no han podido evitar hacer fotos y compartirlas en Facebook. Evidentemente, la historia de esta lápida en forma de Iphone se ha hecho viral en cuestión de días y las imágenes circulan ya por toda la red.

Fuente: La Vanguardia