Pino Scaduto es presunto miembro del clan de Bagheria y conmocionó a Italia luego de que se supiera que mandó a matar a su propia hija, molesto porque ella estaba manteniendo una relación sentimental que él desaprobaba totalmente.
Afortunadamente, la interceptación de llamadas telefónicas evitó que el crimen se cometiera. El sujeto le pidió a su otro hijo, de 30 años, que cometiera el crimen. Sin embargo, el muchacho se negó a realizarlo, de acuerdo con la Corriere della Sera.
En las llamadas, el hijo de Scaduto “lamentaba con un amigo” la tarea que le había encomendado el padre e indicaba que no cometería el crimen. Esa escucha fue la que lo llevó nuevamente a prisión, tras haber estado seis meses en libertad provisional.
Desde la cárcel, que empezó a conspirar nuevamente para cometer el delito. Investigadores incautaron correspondencia en la que hacía referencia a un “regalo” que quería hacerle a su hija. Posteriormente, cuando salió de la cárcel, en abril, le pidió a su hijo que matara a su hermana. “Tu hermana se ha convertido en una informante”, fue la sospecha que le expresó a su otro hijo.
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