JAPÓN - La princesa Mako, de Japón, dejará todos sus privilegios para convertirse en una ciudadana común. Pero valdrá la pena, ya que lo hará por amor. La joven se comprometió con el amor de su vida.
La princesa Mako tiene 25 años y se comprometió con Kei Komuro, un ciudadano común que vive en la localidad industrial de Yokohama. El muchacho estudió en la misma universidad de Tokio que ella y fue allí que se enamoraron. Decidieron que quieren compartir la vida juntos.
Mako,hija mayor del príncipe Akishino, segundo hijo del emperador y segundo en la línea sucesoria al trono del Crisantemo tras el príncipe heredero Naruhito, renunciará a todos sus privilegios de la realeza para disfrutar del amor.
La princesa, que representó a su país en Latinoamérica el año pasado, cuando visitó Paraguay en septiembre de 2016 para participar en los actos por el 80 aniversario de la llegada de los primeros inmigrantes nipones al país sudamericano, se casaría el año que viene.
La normativa que rige la casa imperial nipona desde 1947 eliminó las llamadas ramas colaterales de la institución, de manera que las mujeres que nacen en su seno pierden su estatus de realeza al contraer matrimonio, algo que ha reducido sustancialmente el número de sus integrantes. Se trata de la dinastía hereditaria reinante más antigua del mundo.
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