Mazzi Dumato, de 38 años, decidió dejar atrás su lujosa vida e intercambiar su fortuna por una vida humilde y generosa con los más pobres. Un accidente de tráfico en Dubái, que casi le costó la vida, y su posterior entrada en prisión, le empujaron a viajar por el mundo. En Brasil conoció a la que hoy es su esposa, quien le inspiró a replantearse su millonaria vida en favor de los más necesitados.
Después de un revelador accidente de tráfico, Mazzi Dumato,natal de Siria, decidió dedicar su vida a ayudar a los más necesitados. Donar su fortuna, valorada aproximadamente en 2,8 millones de euros, fue una de decisiones que tomó tras estrellar su lujoso automóvil. “Me compré un Ferrari y creí que había logrado todo lo que buscaba. Comencé a ir a muchas fiestas y dos semanas después tuve un accidente automovilístico donde varios coches quedaron unos encima de los otros. Me quedé dormido y terminé debajo de un camión”, según relató Dumato al portal británico Mirror.
El accidente le costó su ingreso en prisión, donde se reencontró con un antiguo conocido, “esa mañana, en la cárcel, la primera persona a la que vi fue alguien que conocía hace 15 años. Era el padre de uno de mis mejores amigos de la secundaria.
Recuerdo que lo admiraba mucho porque tenía cinco coches y hacía negocios importantes en Dubái”. Fue en la cárcel donde el empresario reflexionó sobre la riqueza material, “recuerdo que me senté ahí y pensé ‘esto es todo lo que tengo ahora’. Me habían quitado mi libertad y sólo tenía una almohada y una cama".
Al ser puesto en libertad, el multimillonario emprendió un viaje alrededor del mundo. Fue en Brasil donde conoció a Milena, una voluntaria en el Congo enferma de cáncer, quien posteriormente se convertiría en su esposa y le inspiró a donar parte de su fortuna a la caridad en República Dominicana para ayudar a los refugiados de Haití.
Milena sobrevivió a su cáncer de mama y junto con la ayuda de su esposo comenzaron a construir centros que trataran esta enfermedad de forma gratuita. Ambos viven actualmente en una autocaravana o se alojan en los centros de ayuda que ellos mismo han creado.
“La caridad no tiene que ver con el dinero. Tiene que ver con entregar tu tiempo a otros. Nosotros entendimos que no se trata simplemente de dar nuestro dinero a la caridad, debemos estar haciendo nuestra propia caridad”, confesó Dumato al medio inglés.
Fuente: telecinco
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