La tragedia de los Brasher va a tardar mucho en ser olvidada. La mala suerte se ha cebado con esta familia oriunda de Alabama (Estados Unidos). Jeffrey, de 50 años se dirigía a su trabajo en su coche cuando chocó de frente con Austin, de 22 años, que volvía de estar con sus amigos de marcha. El accidente se produjo a las cuatro de la mañana.
El suceso tuvo lugar en la madrugada del sábado al domingo pasado, a unos 30 kilómetros del domicilio familiar, situado en la localidad de Bankston. Según las autoridades, ninguno de los dos llevaba puesto el cinturón de seguridad. El golpe se produjo cuando uno de los dos vehículos invadió el carril contrario. En el comunicado de prensa no se especifica cuál de los dos realizó la maniobra imprudente.
En la noche que ocurrieron los hechos, Jeffrey se dirigía a su trabajo, en una distribuidora de pan situada en el pueblo de Winfield. Por su parte el joven trabajaba como maquinista y tenía el día libre, por lo que había decidido salir con sus amigos. Según una prima que le vio esa noche, Austin había consumido alcohol antes de subir a la furgoneta.
El golpe llega en un momento muy difícil para los Brasher. La madre, Pamela, se recupera de un cáncer y Jennifer, la hermana de Austin, acaba de tener un accidente de tráfico. Según la revista People, el pueblo de Bankston se ha volcado con las dos y ha organizado una colecta para ayudarlas económicamente. El mismo medio destaca que padre e hijo estaban muy unidos.