Se trata de un caso extremadamente raro que los médicos esperan presentar en alguna revista científica. La protuberancia parece haber roto un récord de longitud.
“Cuando aumentó su tamaño y creció un hueso en su interior, la cola empezó a ejercer presión en la espalda del chico”, explicó a la prensa local el jefe de neurociencia del Hospital de Superespecialidades de Napgur. El dolor se sumó al daño cosmético y psicológico que causaba el rabo en el joven, lo que llevó a sus padres a contactar con los especialistas.
La operación no es especialmente exigente, pero tuvo que ser realizada por un equipo de neurocirujanos porque involucra a una parte de la médula espinal. La cola surge de una compresión en el extremo final de la parte posterior, y se conoce médicamente como una anormalidad del desarrollo neurológico. El paciente entró al quirófano el lunes pasado; ahora ya duerme sobre su espalda, algo que llevaba tiempo sin poder hacer.
El crecimiento de rabo en humanos se considera un atavismo poco común. Los atavismos ocurren cuando un gen aletargado se vuelve a activar accidentalmente, lo que provoca la aparición de caracteres propios de animales antepasados (en este caso la cola). El joven indio llevaba toda la vida ocultando su protuberancia bajo la ropa, pero el problema se agravó.
La cola humana puede ocasionar problemas relacionados con el funcionamiento de la vejiga o la falta de control intestinal. También puede causar dolor y pérdida de función en las extremidades bajas.
Univisión
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