Una pareja de homosexuales de Sydney, David y Brendan, querían ser padres y formar una familia pero las autoridades no se lo permitían. Así, Ashlee, la hermana de David, se propuso ser el vientre en el que creciera el hijo de la pareja.
De este modo, implantaron un óvulo fecundado de una donante en el vientre de Ashlee. Sorprendentemente, consiguió quedarse embarazada a la primera. La hermana de David ya tenía experiencia puesto que ya era madre de tres hijos.
Ashlee declaró que para ella era todo un honor poder ser la mujer que diese vida al hijo de su hermano. A pesar de todas las críticas que ha recibido sobre el hecho de dar a luz a su sobrino, decidió seguir adelante con el bebé.
En algunos países, como Australia, aún no está permitida la adopción para parejas del mismo sexo. Ante esto, recurren a otros a otros métodos para poder formar su propia familia.
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