A este británico de 24 años no se le ocurrió otra cosa que amenizarse el día 'edulcorando' ocho pasteles caseros de gelatina... ¡con 30 pastillas de Viagra! y dándoselos a sus jefes para endulzarles el día.
Daniel Webber, su jefe, acabó ingresado en urgencias, algo que después de varias investigaciones terminó con su despido. Eso sí, no fue lo único por lo que ha tenido que pasar. La fiscal Caroline Bolt decretó días más tardes que fuera condenado a 80 horas de trabajo sin paga y 12 meses de voluntariado forzoso.
¿Por qué le pillaron? Porque había dejado rastro de la compra de las Viagras por Internet y una vez pulverizadas las mezcló con sus pastelitos de gelatina. ¡Menudo lío!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No se permiten comentarios ofensivos, discriminatorios o racistas. Serán moderados. Gracias por su opinión.