La menor se provocó quemaduras en el 80% del cuerpo para evitar más agresiones sexuales.
Ahmed Jadallah / Reuters
De acuerdo con la menor, los militantes del Estado Islámico la capturaron a ella y a sus hermanas y las torturaron y violaron durante semanas antes de lograr escaparse. Una noche, mientras dormía en su tienda de campaña en el campo de refugiados, la niña soñó que los yihadistas estaban fuera y, al despertarse, sin entender que solo era un sueño, se roció con gasolina y se prendió fuego con la esperanza de "volverse fea" para que los terroristas no quisieran violarla.Jan Ihan Kizilhan conoció a la menor el agosto pasado en un campo de refugiados en el norte de Irak. Según recuerda el médico, el 80% de su cuerpo estaba cubierto de quemaduras. "No tenía ni nariz, ni la oreja izquierda", dijo, añadiendo que el horror fue mayor cuando supo las causas del estado de la pequeña.
El medico señala que uno de las problemas de las víctimas de violaciones es que cuando consiguen escapar del cautiverio se encuentran de nuevo en sus comunidades profundamente conservadoras en el norte de Irak, con escaso o nulo acceso a ayuda psicológica para superar los indecibles horrores que han sufrido. Las mujeres violadas y algunas veces embarazadas de los yihadistas son vistas por muchos en su comunidad como una fuente de deshonra.Kizilhan inmediatamente llevó a la niña a Alemania temiendo que las heridas, muy graves, no le permitirían sobrevivir en las duras condiciones del campo. Actualmente la menor permanece en un hospital alemán, donde ha sido sometida a más de una docena de operaciones, aunque todavía necesita unas 30 operaciones más, cirugía ósea y trasplantes de piel.
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