Un veterano de la Policía de Miami mató a tiros a un hombre afroamericano sin hogar ante la mirada de unos 60 testigos, algunos de ellos niños que asistían a un campamento de verano. Los agentes alegan que el sospechoso se negó a bajar un tubo de metal que sostenía.
Varios agentes se dirigieron al parque Gibbson de Miami la mañana del jueves para responder a un informe de una disputa violenta, informa 'Miami Herald'. Al llegar, los policías se encontraron con un hombre que sostenía un tubo metálico de casi un metro. Ante la negativa del hombre de bajar el objeto, el agente Antonio Torres le disparó cinco veces. El sospechoso, Fritz Severe, un afroamericano de 46 años sin hogar, fue trasladado a un hospital cercano, donde falleció a causa de las heridas.
Decenas de personas, muchos de ellas niños, presenciaron el asesinato. Según dijo uno de los testigos a la cadena de noticias CBS, a pesar de que el sintecho se negó a bajar el tubo cuando se lo ordenaron los agentes, no estaba amenazando a los oficiales.
El jefe de la Policía de Miami, Rodolfo Llanes, aseguró a los periodistas que al agente implicado en el tiroteo se le reasignarán tareas administrativas mientras se desarrolla la investigación. "Tenemos entre 40 y 60 testigos a los que hay que entrevistar, algunos de ellos son niños. La investigación va a ser larga porque el Departamento de Policía de Florida tiene que tomar declaraciones de todos los testigos", añadió Llanes.
Mientras tanto, varias personas que asistieron involuntariamente a esta escena violenta se mostraron angustiadas por el hecho de que el oficial no se lo pensó dos veces antes de matar al sintecho, en vez de usar un Taser (un arma de electrochoque). Cada vez la sociedad estadounidense se muestra más preocupada por la brutalidad policial dirigida mayoritariamente contra ciudadanos afroamericanos.
Decenas de personas, muchos de ellas niños, presenciaron el asesinato. Según dijo uno de los testigos a la cadena de noticias CBS, a pesar de que el sintecho se negó a bajar el tubo cuando se lo ordenaron los agentes, no estaba amenazando a los oficiales.
El jefe de la Policía de Miami, Rodolfo Llanes, aseguró a los periodistas que al agente implicado en el tiroteo se le reasignarán tareas administrativas mientras se desarrolla la investigación. "Tenemos entre 40 y 60 testigos a los que hay que entrevistar, algunos de ellos son niños. La investigación va a ser larga porque el Departamento de Policía de Florida tiene que tomar declaraciones de todos los testigos", añadió Llanes.
Mientras tanto, varias personas que asistieron involuntariamente a esta escena violenta se mostraron angustiadas por el hecho de que el oficial no se lo pensó dos veces antes de matar al sintecho, en vez de usar un Taser (un arma de electrochoque). Cada vez la sociedad estadounidense se muestra más preocupada por la brutalidad policial dirigida mayoritariamente contra ciudadanos afroamericanos.
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