La mujer vivió una extraña experiencia y decidió contársela al mundo en busca de una respuesta
ESTADOS UNIDOS.- Diez años de su vida se borraron de su memoria, de la noche a la mañana. Naomi Jacobs se despertó un día de 2008 -cuando ella tenía 25 años- convencida de que tenía 15 años, en una casa que no conocía y siendo madre de un niño que no reconocía.
Sus recuerdos personales desaparecieron debido a una rara forma de amnesia disociativa, que es inducida por el estrés: "Al principio no reconocí la habitación ni la cama en la que me desperté. Salté de la cama en estado de shock", dijo Jacobs a la BBC.
Esta patología es resultado de una conmoción emocional o trauma, lo que provoca una pérdida de los recuerdos personales y la información autobiográfica, aunque normalmente sólo por un breve tiempo.
La mujer detalla su experiencia en su nuevo libro, "Forgotten Girl", y sobre aquel extraño momento, relató que creía estar soñando, hasta que vio su cara en el espejo del baño.
Su último recuerdo era haberse quedado dormida la noche anterior, en la misma habitación que compartía con su hermana cuando era adolescente.
Si bien podía recordar las tareas relativas a su memoria automática -por ejemplo, cómo conducir un auto y marcar determinados números de teléfono- no recordaba los recuerdos relacionados con su vida personal, tales como bodas, muertes e incluso el nacimiento de su hijo Leo de diez años de edad.
Sus recuerdos personales desaparecieron debido a una rara forma de amnesia disociativa, que es inducida por el estrés: "Al principio no reconocí la habitación ni la cama en la que me desperté. Salté de la cama en estado de shock", dijo Jacobs a la BBC.
Esta patología es resultado de una conmoción emocional o trauma, lo que provoca una pérdida de los recuerdos personales y la información autobiográfica, aunque normalmente sólo por un breve tiempo.
La mujer detalla su experiencia en su nuevo libro, "Forgotten Girl", y sobre aquel extraño momento, relató que creía estar soñando, hasta que vio su cara en el espejo del baño.
Su último recuerdo era haberse quedado dormida la noche anterior, en la misma habitación que compartía con su hermana cuando era adolescente.
Si bien podía recordar las tareas relativas a su memoria automática -por ejemplo, cómo conducir un auto y marcar determinados números de teléfono- no recordaba los recuerdos relacionados con su vida personal, tales como bodas, muertes e incluso el nacimiento de su hijo Leo de diez años de edad.
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