- Se trata de un caso de la pequeña Maisy, que padece una extraña enfermedad, todo un enigma para los médicos, y en la actualidad, tras cinco años, se prepara para su primer día de clases.
En el 2009, para Emma Vignes, en Irlanda, el suyo era un embarazo normal, eso hasta la semana 34. Motivada por las preocupaciones porque su bebé en el vientre no se movía, los médicos extrajeron el feto, momento en el cual se percataron que la pequeña, que más tarde bautizarían como Maisy, no tenía sangre en las venas, sino un plasma transparente.
La historia la recoge el diario inglés The Daily Telegraph, donde explican que al momento del nacimiento, la madre había absorvido los glóbulos de la sangre del bebé en gestación. El común de estos casos es que la concentración de hemoglobina en la sangre llegue a niveles de 4 gramos por decilitro. En Maisy llegaron a cero.
La historia la recoge el diario inglés The Daily Telegraph, donde explican que al momento del nacimiento, la madre había absorvido los glóbulos de la sangre del bebé en gestación. El común de estos casos es que la concentración de hemoglobina en la sangre llegue a niveles de 4 gramos por decilitro. En Maisy llegaron a cero.
La pequeña Maisy |
Temiendo una reducción en sus capacidades mentales, en el Hospital Regional de Waterford le realizaron tres transfusiones a la menor, la primera a través del cordón umbilical, las siguientes en los días posteriores. Gracias a esto, en dos semanas a su acelerado nacimiento, alcanzó niveles normales de sangre en las venas.
Increíblemente, la niña se recuperó, y creció sana y a salvo. Ahora se aproxima a ingresar al colegio por primera vez, tras padecer uno de los síndromes más extraños en la medicina.
Increíblemente, la niña se recuperó, y creció sana y a salvo. Ahora se aproxima a ingresar al colegio por primera vez, tras padecer uno de los síndromes más extraños en la medicina.
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