- A sus 38 años, Dan Janssen lleva más de la mitad de su vida comiendo pizza y apenas algo más que pizza. A pesar de lo que podrías imaginar, goza de un estado de salud bastante envidiable.
¿Alguna vez has probado algo que te guste tanto que piensas que podrías no comer otra cosa por el resto de tu vida? Ahora agrégale el hecho de que realmente no puedes comer nada más. Para algunos, esto podría convertirse después de unos días en una versión fastfood del infierno, pero al hombre de la foto no parece importarle.
Cuando este individuo de Maryland dejó de comer carne por motivos éticos hace ya 25 años, se vio de frente con la pregunta que acosa a todo aquel que ha decidido abandonar su lugar en la cadena alimenticia: ¿qué comer ahora? La cuestión no era fácil, pues Dan Janssen estaba decidido a dejar la carne, pero no soportaba los vegetales. Así que decidió hacer lo que cualquier adolescente como él habría deseado: no comer nada más que pizza.
Cuando este individuo de Maryland dejó de comer carne por motivos éticos hace ya 25 años, se vio de frente con la pregunta que acosa a todo aquel que ha decidido abandonar su lugar en la cadena alimenticia: ¿qué comer ahora? La cuestión no era fácil, pues Dan Janssen estaba decidido a dejar la carne, pero no soportaba los vegetales. Así que decidió hacer lo que cualquier adolescente como él habría deseado: no comer nada más que pizza.
Y a sus 38 años, Dan lleva más de la mitad de su vida comiendo pizza y apenas algo más que pizza.
“He estado comiendo solamente pizza cada día de mi vida por los últimos 25 años, y no sólo una rebanada de pizza. Normalmente me como una pizza entera de 14 pulgadas, y además sólo como pizza de queso. Nunca me harto. Si voy a otra pizzería o cambio de marca, es como estar teniendo una comida completamente diferente”, relató Dan a Vice.
Pasado el momento de envidia, la primera pregunta que viene a nuestra mente es: ¿cómo demonios es posible sobrevivir únicamente de masa, salsa y queso? Pues de alguna manera Dan lo ha logrado y, aparte de la diabetes y llevar terapia por aversión a la comida, parece ser un individuo bastante saludable, o al menos eso cree su doctor.
A pesar de su amor incondicional por la pizza, Janssen tiene esperanza de en algún momento poder ampliar sus horizontes gastronómicos. “Me gustaría ser capaz de ir a un restaurante que no sirviera pizza y pedir algo del menú, lo cual es algo que realmente no puedo hacer en este momento”.
Mientras tanto, su vida seguirá siendo pizza tres veces al día, siete días a la semana. Es probable que Dan sea en estos momentos una autoridad mundial en el tema y no estaría mal que abriera un blog con sus recomendaciones. Tanto tiempo dedicado al placer de comer este platillo le ha servido incluso para comprobar, y adoptar como verdad, una idea que ha rondado mucho tiempo en la filosofía popular: “La pizza es como el sexo, incluso cuando es mala, es muy buena”.
Pijamasurf
“He estado comiendo solamente pizza cada día de mi vida por los últimos 25 años, y no sólo una rebanada de pizza. Normalmente me como una pizza entera de 14 pulgadas, y además sólo como pizza de queso. Nunca me harto. Si voy a otra pizzería o cambio de marca, es como estar teniendo una comida completamente diferente”, relató Dan a Vice.
Pasado el momento de envidia, la primera pregunta que viene a nuestra mente es: ¿cómo demonios es posible sobrevivir únicamente de masa, salsa y queso? Pues de alguna manera Dan lo ha logrado y, aparte de la diabetes y llevar terapia por aversión a la comida, parece ser un individuo bastante saludable, o al menos eso cree su doctor.
A pesar de su amor incondicional por la pizza, Janssen tiene esperanza de en algún momento poder ampliar sus horizontes gastronómicos. “Me gustaría ser capaz de ir a un restaurante que no sirviera pizza y pedir algo del menú, lo cual es algo que realmente no puedo hacer en este momento”.
Mientras tanto, su vida seguirá siendo pizza tres veces al día, siete días a la semana. Es probable que Dan sea en estos momentos una autoridad mundial en el tema y no estaría mal que abriera un blog con sus recomendaciones. Tanto tiempo dedicado al placer de comer este platillo le ha servido incluso para comprobar, y adoptar como verdad, una idea que ha rondado mucho tiempo en la filosofía popular: “La pizza es como el sexo, incluso cuando es mala, es muy buena”.
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