- La necesidad agudiza el ingenio y los aprietos económicos pueden llevar al desastre. Eso es lo que le ha pasado a un panadero griego discapacitado, la presión de sus acreedores y el peso de las deudas al final pudieron con él.
Harto de ver facturas impagas y avisos de desahucio (la crisis golpeó duramente su negocio), el hombre de 56 años se lío la manta a la cabeza y diseñó un plan casi perfecto: esconder una escopeta en una de sus muletas y dedicarse a atracar bancos al estilo Bonnie and Clyde
A primera hora de la mañana, entró en una entidad bancaria de Salónica y con una sangre fría que ya quisiera el mismísimo ‘jinete pálido‘, sacó el arma del interior de uno de los bastones y amenazó a todos los empleados. En este primer intento la suerte no lo acompañó ya que la caja fuerte era de apertura retardada y tuvo que huir sin nada en sus bolsillos.
No se desanimó y casi a renglón seguido entró en otra sucursal. Tras la misma operación estilo Plantet Terror (por lo de la ametralladora en forma de pierna), el tahonero tuvo más suerte y consiguió un botín de 12.000 euros. Por fin iba a poder pagar la mayoría de sus deudas, la fortuna parecía sonreírle… Nada más lejos de la realidad.
Las cámaras de seguridad de las entidades le habían grabado y un discapacitado con dos muletas no es muy difícil de localizar. Tras una operación policial que duró pocas horas, el panadero fue detenido cerca de su negocio. Ahora se enfrenta a dos acusaciones de robo con violencia y posesión de arma de fuego sin licencia.
Lo mejor de esta historia es que aunque asaltó por necesidad siguió siendo "honrado", porque dedicó todo el dinero sustraído a pagar a sus acreedores. No se guardó ni un céntimo, según el informe de la policía. Eso sí, su corta carrera delictiva le va a salir muy cara.
Fuente: 20minutos.es
A primera hora de la mañana, entró en una entidad bancaria de Salónica y con una sangre fría que ya quisiera el mismísimo ‘jinete pálido‘, sacó el arma del interior de uno de los bastones y amenazó a todos los empleados. En este primer intento la suerte no lo acompañó ya que la caja fuerte era de apertura retardada y tuvo que huir sin nada en sus bolsillos.
No se desanimó y casi a renglón seguido entró en otra sucursal. Tras la misma operación estilo Plantet Terror (por lo de la ametralladora en forma de pierna), el tahonero tuvo más suerte y consiguió un botín de 12.000 euros. Por fin iba a poder pagar la mayoría de sus deudas, la fortuna parecía sonreírle… Nada más lejos de la realidad.
Las cámaras de seguridad de las entidades le habían grabado y un discapacitado con dos muletas no es muy difícil de localizar. Tras una operación policial que duró pocas horas, el panadero fue detenido cerca de su negocio. Ahora se enfrenta a dos acusaciones de robo con violencia y posesión de arma de fuego sin licencia.
Lo mejor de esta historia es que aunque asaltó por necesidad siguió siendo "honrado", porque dedicó todo el dinero sustraído a pagar a sus acreedores. No se guardó ni un céntimo, según el informe de la policía. Eso sí, su corta carrera delictiva le va a salir muy cara.
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