jueves, 12 de septiembre de 2013

Tira $40.000 a la basura y lo recupera

Ocurrió en Berisso. El responsable es Isaías Miranda, encargado de una carnicería de la zona de Villa Zula, quien por equivocación arrojó esta suma de dinero. Pudo recuperarlo gracias a los encargados de la recolección de residuos de la zona.

El día de Isaías Miranda cambió radicalmente cuando se dio cuenta que, por accidente, había arrojado $40.000 a la basura. El dinero, que iba a ser utilizado para pagarles a los proveedores, fue recuperado gracias a la ayuda de los encargados de la recolección de residuos.

El camión recolector de basura, perteneciente a la delegación municipal de Villa Zula, pasa todos los días por la zona del comercio aproximadamente a las 8 de la mañana. La carnicería está ubicada en Montevideo entre 38 y 39. Hasta este momento todo era normal para Miranda que, como todos los días, había sacado la basura. Pero luego recuerda: "Como estábamos por cerrar, quise buscar la bolsa en la que había guardado el dinero para pagar a los proveedores", y fue entonces que notó que "no estaba por ningún lado", y se dio cuenta de que "se había ido con el resto de la basura."

Aquí comienza la odisea de Isaías Miranda, quien desesperado alertó al dueño del local sobre lo que había sucedido. Él sabía que a las 14 hs los camiones de basura inician su último recorrido antes de ir a descargar al relleno sanitario queCeamse opera en el camino a Punta Lara.

Cuenta Miranda: "llamé a un amigo que me facilitó el contacto de la delegación municipal, y nos fuimos para allá. Por suerte queda cerca, y de casualidad el camión seguía ahí", y afirma que "lo enganchamos justo, porque estaba por salir a hacer la segunda recorrida y de ahí enfila directo para Ceamse"

Una vez localizado el camión, la milagrosa búsqueda comenzó: "Los chicos descargaron las bolsas en un playón, las abrieron y todo el mundo se puso a revisar para ayudarnos", destaca Miranda, quien asegura que todos los presentes "entendieron la situación límite en que yo estaba."

Finalmente, luego de una ardua búsqueda, a los veinte minutos aparecieron los fajos que el carnicero había tirado: "Me volvió el alma al cuerpo", manifestó Isaías.

Con respecto a la ayuda recibida, Miranda contó que "en el centro comunal nos trataron muy bien y el delegado tuvo la mejor predisposición, fue una grata sorpresa", y promete recompensa para quienes participaron: "Los muchachos quedaron en pasar para que los recompense con un par de costillares, asi disfrutan de un buen asado que se lo merecen."




Infobae

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