El hombre fue intervenido quirúrgicamente, y al no contar con su miembro viril, los médicos tuvieron que colocarle una sonda para que pueda orinar.
Lo mas insólito de todo esto es que aún no se ha podido resolver el misterio sobre cómo pudo el hombre haber perdido su órgano genital.
Según sus vecinos (quienes se encuentran sumamente alarmados por lo sucedido), se maneja la hipótesis de que su perro se lo pudo haber arrancado, pero él dice que “un vecino dice una cosa, otro dice otra” y que todos opinan; y además, descarta la posibilidad de que su fiel amigo le haya hecho tal cosa.
Ramos acostumbraba salir cada noche a emborracharse, y tras la trágica experiencia vivida, prometió que nunca jamas volverá a beber alcohol.
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