La asesina relató a la policía que había matado al menor porque no tendría un futuro feliz, éste en cambio, sería sombrío porque lo diminuto de su pene le traería traumas y tristeza, por eso ella, en el afán de impedir que su pequeño sufriera lo privó de la vida ahogándolo en la bañera de su casa, después le puso un traje y lo acostó sobre la cama.
Tras cometer el tétrico crimen, la madre fue a la comisaría plenamente consciente de lo que había hecho y pidió que la procesaran, pese a que la policía asegura que la mujer está dentro de sus cabales ha decidido someterla a rigurosos exámenes psicológicos.
Fuente: aztecaespectaculos.com
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