El acusado, David Viens, de 49 años, y postrado en una silla de ruedas, asistió impertérrito a la lectura del veredicto condenatorio que podría suponerle entre 15 años de cárcel y cadena perpetua, según informó el diario Los Ángeles Times.El juez Rand S. Rubin dará a conocer la sentencia el próximo 27 de noviembre.
Los hechos ocurrieron en octubre de 2009 cuando tras una fuerte discusión entre Viens y su mujer Dawn por temas de dinero, el marido la amordazó, la maniató y se fue a dormir.
A la mañana descubrió que su pareja había fallecido, según el testimonio de David Viens.
En 2009, Dawn Viens pasó a figurar en la lista de personas desaparecidas y la policía abrió una investigación para intentar dar con su paradero.
Los hechos ocurrieron en octubre de 2009 cuando tras una fuerte discusión entre Viens y su mujer Dawn por temas de dinero, el marido la amordazó, la maniató y se fue a dormir.
A la mañana descubrió que su pareja había fallecido, según el testimonio de David Viens.
En 2009, Dawn Viens pasó a figurar en la lista de personas desaparecidas y la policía abrió una investigación para intentar dar con su paradero.
En 2011, el marido se arrojó desde un acantilado de 24 metros de altura en Rancho Palos Verdes, al sur de Los Ángeles, después de conocer que las autoridades estaban considerando que podía estar detrás del extraño caso.
Viens sobrevivió aunque se quedó paralítico a consecuencia de su salto al vacío.
Durante su estancia en el hospital, el marido fue interrogado por los detectives y en el curso de esas conversaciones admitió el crimen y que metió a su mujer en un bidón con capacidad para más de 200 litros que contenía agua hirviendo y la mantuvo sumergida durante 4 días hasta que no quedó más que su esqueleto.
Los restos los tiró a la basura.
La Fiscalía de Los Ángeles solicitó el asesinato en primer grado pero tras tres días de deliberación el jurado consideró que Viens no mató a su mujer de forma premeditada por lo que rebajó el cargo al homicidio en segundo grado.
Viens sobrevivió aunque se quedó paralítico a consecuencia de su salto al vacío.
Durante su estancia en el hospital, el marido fue interrogado por los detectives y en el curso de esas conversaciones admitió el crimen y que metió a su mujer en un bidón con capacidad para más de 200 litros que contenía agua hirviendo y la mantuvo sumergida durante 4 días hasta que no quedó más que su esqueleto.
Los restos los tiró a la basura.
La Fiscalía de Los Ángeles solicitó el asesinato en primer grado pero tras tres días de deliberación el jurado consideró que Viens no mató a su mujer de forma premeditada por lo que rebajó el cargo al homicidio en segundo grado.
Fuente: EFE