Asunción,
Paraguay.- La información recorre el mundo: Elvio Acosta, ex chofer de Alfredo
Stroessner, confesó: “el general se bañaba en sangre de los niños en Yacyretá
para tratarse de su enfermedad”. Y le tildó de “asesino en serie de niños”.
Elvio Acosta, ex chofer de Stroessner |
La
entrevista publicada en “Ecocultura TV” apareció en internet y enseguida tuvo
impacto internacional. El relato fue hecho por Elvio Acosta, ex chofer de
Stroessner y del general Brítez Borges.
Acosta
dijo que confiesa todo “para darle paz a mi alma” y porque está enfermo, tirado
en una cama y olvidado por quienes le habían “ordenado en la dictadura hacer
los servicios de muerte”.
Stroessner en su época de tiranía |
“Retiré equipos especiales para la carnicería de sangre de niños y los trasladé
hasta la isla Yacyretá. En esa época con mucha frecuencia se daban las
desapariciones de niños. Stroessner pagaba a quienes los secuestraban. Yo
varias veces vi niños blancos, gorditos (mitâ morotî kyra guasu) desangrándose
colgados de ganchos como chanchitos de cabeza para abajo, degollados”.
“Presencié varias veces el baño de sangre con niños de parte de Stroessner, yo sabía todo porque a mí Stroessner por confianza me encargaba ciertas tareas. No era transfusión de sangre lo que hacía sino que se bañaba en la sangre de los niños. Stroessner tenía un desastre la piel, sufría de lepra. Los cuerpos de los niños se enterraban, se tiraban, y Soler lo sabía, pero no va a contar por el pacto del silencio”, añadió.
“En la propia radio local se difundía como “noticia”, que no se descuidaran los padres y abuelos, que había zonas donde aparecía el “mitârerahaha” o “Señor de la Bolsa”, manifestó el entrevistado.
“Presencié varias veces el baño de sangre con niños de parte de Stroessner, yo sabía todo porque a mí Stroessner por confianza me encargaba ciertas tareas. No era transfusión de sangre lo que hacía sino que se bañaba en la sangre de los niños. Stroessner tenía un desastre la piel, sufría de lepra. Los cuerpos de los niños se enterraban, se tiraban, y Soler lo sabía, pero no va a contar por el pacto del silencio”, añadió.
“En la propia radio local se difundía como “noticia”, que no se descuidaran los padres y abuelos, que había zonas donde aparecía el “mitârerahaha” o “Señor de la Bolsa”, manifestó el entrevistado.
“Nos equipara al holocausto”
Niños indígenas eran las victimas silenciosas |
Ana
María Mendoza de Acha, quien preside la comisión de Derechos Humanos del
Senado, señaló que “a más de ser una terrible violación a los derechos del
individuo, que se agrava al ser ellos niños que no pueden defenderse y afecta
profundamente a la dignidad de los mismos. Esto nos equipara al terrible
holocausto que se vivió en la época de la guerra mundial con los nazis. Vendría
a ser las mismas prácticas deleznables de Hittler”.
“Por obedeciencia ciega al dictador”
El dictador en sus últimos años de vida |
El ex
chofer de Stroessner (el viejito relataba todo como si hablara de cosas
normales, fríamente) dijo que las matanzas infantiles eran parte del “trabajo”
y que lo hacían por “obediencia ciega al servicio del Dictador”. Entre otros
detalles, nombró a un Dr. Brunstein (éste, supervisaba los degüellos y
ayudaba en la “terapia de sangre”) y dijo que otro chofer, Soler, estaba
involucrado también. La prensa brasileña habla ahora de Stroessner como el
“Mengele paraguayo” y “el vampiro paraguayo”.
Dice asimismo que entre los años 79 y 80 hubo montones de esos secuestros de niños de familias pobres.
Y que había montones de métodos para engañar a los niños “elegidos” y atraerlos (por ejemplo, con un vendedor de helados) y que la policía stronista se encargaba de la “limpieza”.
Recuérdese que en épocas pasadas, los padres vigilaban a sus hijos y les advertían de que no debían hablar siquiera con extraños porque podía ser el “Señor de la Bolsa”.
Por otra parte, se comentaba en ese entonces lo de los “baños de sangre” del finado dictador, y se decía que el tratamiento le fue recomendado por el tétrico dr. Mengele, uno de los responsables de los sádicos experimentos y asesinatos del Holocausto.
Dice asimismo que entre los años 79 y 80 hubo montones de esos secuestros de niños de familias pobres.
Y que había montones de métodos para engañar a los niños “elegidos” y atraerlos (por ejemplo, con un vendedor de helados) y que la policía stronista se encargaba de la “limpieza”.
Recuérdese que en épocas pasadas, los padres vigilaban a sus hijos y les advertían de que no debían hablar siquiera con extraños porque podía ser el “Señor de la Bolsa”.
Por otra parte, se comentaba en ese entonces lo de los “baños de sangre” del finado dictador, y se decía que el tratamiento le fue recomendado por el tétrico dr. Mengele, uno de los responsables de los sádicos experimentos y asesinatos del Holocausto.
“No me extraña”
“Escuchaba
rumores y me escandalizaba, porque realmente ello constituye un verdadero
crimen de lesa humanidad, además de los crímenes que se cometía. Pero no se
tenían pruebas. Tantos crímenes se cometieron, y esta sería una más de esa
laya, y no altera la serie de ilícitos y situaciones de extrema gravedad que se
cometieron”, señaló Alfonso Reck. “No me extrañaría, porque tantos atropellos a
la diginidad humana se cometían en esa época”, agregó.
“Les sacaban 5 cm de sangre”
La
doctora Gladys Sanneman, quien vivió en carne propia los atropellos de la
dictadura, contó: “Recuerdo que en Coronel Oviedo me contaron que sacaban algo
así como 5 centímetros de sangre a los niños. Algunos decían que escondían a
los niños, una especie de secuestro, pero después aparecían otra vez. Los
sacaban de algún hospital del interior o centro de salud, de ahí desaparecían
un día y después volvían a aparecer, ante la desesperación de los padres y
familiares”.
Fuente:
Diario Popular
TANTAS ATROCIDADES COMETIÓ EL DICTADOR STROESSNER, QUE RESULTA INCREÍBLE QUE HAYA QUIENES AÚN HOY DÍA TRATAN DE REIVINDICARLO...PATÉTICO !!!
ResponderEliminarBuscar y airear todos los escondrijos, porque con toda seguridad aún hay seguidores de Satan en lo altos niveles del gobierno
ResponderEliminarnecesitamos pruebas y no chismes
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